Nadia Ali llega con mucha ropa, demasiada, pero después de un rato hablando, se queda sin nada, solo se queda con el hijab y las sandalias.
Una pena porque esta india ya no enseñó en un gangban que tiene unos pies muy bonitos que con las sandalias no se aprecian del todo.
Aunque podrás disfrutar de sus generosos pechos y su cuerpazo de mujer, como debe ser una mujer, con chicha para agarrar pero sin pasarse.